lunes, 24 de agosto de 2015

¿Merece Marquito que le digan pendejo?

En el último partido con derrota de las Chivas del Guadalajara Marco Fabián jugador del rebaño denunció que el árbitro del partido, un tal Santander. Como si lo conociera, como si algo le supiera, le dijo groserías, para ser más específico: Pendejo.

En otra nota dice que le dijo: No te hagas pendejo, no te pasó nada. Creo sin duda que si a una persona seria que no se mete con nadie, un insulto de esa naturaleza puede desencadenar una respuesta igual o más furibunda que puede ir hasta los golpes.

En el caso del futbol, no se si Marco Fabián jugaba en Japón, en el Tíbet o en la liga del Vaticano. Porque desde la primaria, el torneo de los barrios, hasta profesional que te digan un insulto de esos es casi imperceptible. Casi todos son insultos peores y con más imaginación.

El problema radica en la frustración que vive el equipo. No se gana y no hay como desquitarse. Es denunciar los insultos o ir a ahogar las penas en alcohol. O tal vez ambas cosas.

¿Pero se merece Marco Fabián que le digan pendejo? Según creo nació en una familia de clase media gracias a su padre y también gracias a eso tuvo contacto con el futbol y por su talento ha jugado con las Chivas y con la Selección Mexicana.

Una de las incontables promesas del fútbol mexicano que terminan en jugador del montón con destellos de talento. Con escuela del Bofo Bautista, que cuando más lo odias y esperas que lo saquen y lo manden a tercera división a hacerle compañía a Reyna hace una buena jugada y piensas: Bueno, hay que darle un poco más de tiempo y el tiempo no sirve de nada.

El talento le alcanzó para un buen contrato y tener sus problemas económicos resueltos, pero no maneja el equipo y no lo lleva a ningún lado. Cuando sintió más fuerte la presión, pidió que no lo abuchearan porque pues, tiene su corazoncito como lo vuelve a demostrar quejándose de los insultos arbitrales.

Cuando la directiva se cansó de que no rendía y de los escándalos en Guadalajara por las grandes fiestas que daba en su casa y se preocupaba más por su atractiva novia Ana Bekoa el castigo fue mandarlo a otro "grande": Cruz Azul. En el Cruz Azul jugó poquitito mejor y eso le ganó el regreso para volver a lo mismo.

Está esperando que CR7 baje de nivel para ir a suplirlo al Real Madrid porque según nos dijo, su nivel está como para ese equipo. Tal vez si hubiera jugado en el empate de los merengues contra el poderoso Gijón, hubiera hecho diferencia.

No señores, Marco Fabián no es ningún pendejo. Pendejos somos todos los que creímos que el podría ser el gran líder creativo del Guadalajara. Empezando por Vergara y terminando con este deprimido aficionado.


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