martes, 10 de mayo de 2016

La mejor mamá del mundo, mi mamá.

Tal vez no estén de acuerdo con el título, pero para mi siempre será la mayor verdad del mundo y espero la compartan conmigo cuando menos dos personas: mis hermanos Dany y Paty.
Siendo el primer hijo, conmigo le tocó empezar a ser llamada mamá, pero ya era una gran hija y gran persona. Pese a que mis abuelos no veían necesidad de que estudiara, decidió ser enfermera y ejerció esa profesión con gran cariño hasta que se jubiló, pero sigue atendiéndonos a nosotros cuando enfermamos, así que para mi todavía ejerce.
No pudimos tener peor inicio, prematuro, cordón umbilical enredado, desangrándose y salvado por el médico anestesiólogo ambos sobrevivimos de milagro. Aunque no tiene hijo favorito, se que eso nos da un vínculo especial.
Ese inicio prematuro y enfermizo y con algún comentario médico de que no viviría mucho hizo que me prestara especial atención así que me hizo un niño muy bien comido y al poco tiempo ni quien sospechara que pesé poco al nacer.
Recuerdo como a pesar de ser mamá joven y trabajadora pasamos mucho tiempo de calidad juntos. Como todo niño recuerdo esos interminables recorridos por supermercados y tiendas para encontrar todo a los mejores precios y aún así me compraba algo para consentirme.
Desde niño siempre habló conmigo con la verdad, por eso soy tan malo para mentir. Nunca me salió con eso de que si te portas mal ese señor se va a enojar o hay viene el coco.
Siempre ha sido una excelente cocinera, aunque frases como "aquí no es restaurante", "lo que haya vamos a comer", "vamos a comer comida", "no andes escogiendo en las cazuelas", son lo común en su cocina.
Cuando empecé a ir a la escuela su preocupación fue que no me hicieran "bullyng", aunque en ese tiempo no se llamaba así. Así que un día me recomendó que si alguien me molestara no me dejara y si trataban de pegarme, que les pegara más fuerte. Con una recomendación como esa  gané mis primeras peleas. Aunque claro, cuando le pasaron ese reporte en la escuela, no le hizo tanta gracia.
Al estar de enfermera por las tardes, nos dejaba tareas sencillas que cumplir además de hacer la tarea. Sacar la basura, barrer, trapear, lavar platos. ¿Dije que no me echaba mentiras? Acabo de recordar una: cuando era niño y le ayudaba a trapear me decía que dejaba muy bonito, entonces yo feliz seguía trapeando toda la casa. Ahora que lo recuerdo supongo que dejaba todo chorreado pero así me motivaba.
Al ir creciendo la relación con nuestras mamás cambia. Aunque queremos distancia siempre las necesitamos. Siempre ha estado ahí sin ser metiche u hostigosa. Pese a que me casé a los 39 años de edad nunca me presionó ni me dijo la típica frase de quiero conocer a mis nietos antes de morir.
Ya con dos de sus tres hijos casados trata de no meterse en sus relaciones matrimoniales y se lleva bien con yerno y nueras.
Es una joven abuela como la de las historias. Quiere muchos a sus nietos y es bien recompensada con el gran amor que le profesan.
En los buenos momentos como cumpleaños, graduaciones, navidades etc. siempre ha estado con nosotros, pero también en los peores y eso se aprecia igual o más.
Hoy cumple unos poquitos años de vida. Espero que se conserve muchos años más para que mis hijos la conozcan y siga haciendo mis comidas favoritas.
Al igual que no soy mandilón sino que tengo una esposa que me ama y amo. Tampoco tengo mamitis, solo que tengo a la mejor mamá del mundo.
Mención especial para mis abuelas Cary (q.e.p.d.) y Teresa. Que si bien compartieron el hecho de ser poco expresivas nunca nos faltó amor de su parte.
También quiero felicitar a mi esposa Elma que este sería su primer día de las madres. O más bien lo es, pero de nuestro angelito Carlos Daniel.



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