Baja California tiene a dos de las ciudades más peor calidad del aire en México: Tijuana y Mexicali.
Las medidas para combatir este problema han sido escasas y se basaban más que nada en la buena voluntad de los bajacalifornianos. Aquellos que sacaban placas eran multados por no presentar su vehículo a revisión mecánica. Si uno quería podía evitar la multa llevando el carro a los talleres de Tránsito del Estado, pero la revisión solo consiste en prender o apagar el motor, hacer cambio de luces y pisar el freno.
No hace mucho que empezó a ser requisito llevar los automóviles a hacer una verificación de las emisiones. Inició con tibieza por el temor al costo político de la medida. Por eso los primeros años no fue obligatorio que se cumplieran con los estándares de emisiones. Con ir era suficiente.
Mientras que en California el control de emisiones empezó en la década de los años sesenta, en Baja California apenas lo estamos iniciando. Compartimos cuencas atmosféricas pero aunque ellos tienen más vehículos que nosotros, los nuestros contaminan más.
La regulación del Estado vecino es más estricta que la nuestra y aún así cumplimos menos. Además de los vehículos que cumplen con la verificación y sus placas, en Baja California, según el portal de Televisa Tijuana se estima que hay 700 mil que circulan de manera ilegal.
Dudo que ellos cumplan con controles de emisiones. La mayoría son traídos de Estados Unidos y allá son considerados "savage", que con esta categoría tienen a los que no pueden circular allá por haber sufrido un accidente. Así que si fue chocado, robado o incendiado y gracias a las habilidades de los carroceros y mecánicos mexicanos puede volver a funcionar, eso no garantiza que no contamine.
La situación de la Ciudad de México de contingencia ambiental debido a las altas cantidades de contaminantes en la atmósfera y las medidas tomadas para tratar de solucionarlo deberían de ponernos a pensar sobre nuestro propio problema atmosférico.
Aunque la capital mexicana tiene sus características únicas en este problema, compartimos causas comunes: la mala planeación urbana, privilegiar el uso del automóvil sobre otras alternativas de transporte, parques vehículares viejos y sistemas de trasportes públicos deficientes y contaminantes.
Las medidas como el endurecimiento de la verificación vehícular, el hoy no circula por un día o dos a la semana no son populares, pero abogan por el bien común antes que el individual. Al estar acostumbrados a vivir de cerca el "american way of life" creo que el no circular ciertos días causaría un profundo malestar entre los bajacalifornianos.
¿Entonces por qué no empezar a resolver el problema? Regularizar la totalidad del parque vehícular, exigir cumplir con la verificación, inversión en transporte público, mejorar las vialidades y señalamientos para impedir cuellos de botella que causan contaminación, apoyo económico y crediticio para quienes cambien su viejo auto por uno nuevo, promover el uso de la bicicleta y caminar podrían ser unas opciones.
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