Eso de pensar en voz alta tiene sus inconvenientes, Ahora le tocó al cantante de música popular mexicana, Julión Álvarez cometer un desliz mental y decir que una mujer que no sepa agarrar el trapeador no le sirve.
Tal vez lo que quiso decir es que a el le gustan las mujeres hogareñas, limpias y trabajadoras. Dudo que quisiera decir: "Soy un machista que me gusta tener a la mujer dominada como esclava de mi casa".
Falta mucho para una auténtica igualdad entre el hombre y la mujer. Ambos géneros tenemos ideas muy arraigadas culturalmente de lo que debe ser el comportamiento del hombre y de la mujer.
La división del trabajo entre el hombre y la mujer fue otro "Contrato Social" que fue necesario para la evolución de la especie en tiempos remotos. Al igual que el famoso Contrato Social de Rousseau este se pervirtió y generó una clara desigualdad para las mujeres.
La igualdad es necesaria pero un proceso largo en donde la cultura y costumbre nos juegan malas pasadas como al famoso Julión. En este camino tan necesario para la igualdad o equidad de género los hombres tenemos que andar con cuidado porque un mal chiste como el de las lavadoras de dos patas del ex presidente Fox y las sexys trapeadoras del Julión nos pueden hacer ver como machos retrogradas.
Tendremos que ser como los estadounidenses blancos que se cuidan demasiado de no hacer un comentario que pueda sonar xenofóbico. Lo triste sería que nos quedáramos como muchos de nuestro vecinos del norte que si bien no expresan su racismo, este lo llevan arraigado en la mente como lo ha demostrado Donald Trump en su campaña de odio para llegar a la presidencia de Estados Unidos.
Un tío mío recuerda que mi abuela, le decía que se casara con una mujer que supiera hacer tortillas de harina, sabrosas y redonditas. La cultura y tradición le inculcaron a mi abuela que hacer tortillas de harina era una de las actividades que a una mujer le tocaba desempeñar. ASí que sin duda, aquella que las hiciera bien, sería una buena esposa. En reciprocidad, un buen hombre tenía que ser alguien que se casara "como Dios manda", le pusiera casa a la tortillera trabajadora, trabajara para proveerla de todo lo que necesitara, la cuidara y protegiera a los hijos de ambos.
Esos eran los roles tradicionales. Que acarrean problemas como el hombre decidiendo todo, la mujer siendo un cero a la izquierda en la familia, la violencia doméstica, el machismo, el adulterio, etc.
En esta búsqueda de la igualdad debemos esforzarnos todos. Educar, escuchar, aprender y ser tolerantes. Buscar que el Julión vea a la mujer como algo más que una empleada doméstica, pero no quemarlo en leña verde por su mentalidad arcaica pero higiénica.
Tal vez si hubiera dicho que le gustan las mujeres a la moda y femeninas para darles dinero para que vayan de compras, no se quejarían tanto, aunque también sería un comentario cargado de machismo.
Más aún, si Julión hubiese dicho que gracias a sus éxitos "musicales" el puede darse el lujo de tener a su pareja sin trabajar y con lujos en su casa nadie se hubiera quejado.
Está mal que las personas digan cosas como el Julión, pero es peor que lo piensen y lo callen, porque solo estamos simulando y la igualdad tardará más en hacerse realidad.
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