Visitar Calexico en estos días es algo nostálgico y
deprimente. Las calles primeras de la
ciudad lucen llenas de tiendas vacías. A diferencia de otros
lugares de California, esta pequeña ciudad nunca ha tenido mucho brillo, pero
en mi parecer, si mejores tiempos.
Para quienes somos de Mexicali y visitamos con cierta
regularidad esta ciudad hermana del otro lado de la frontera, Calexico siempre
fue el lugar de compras por excelencia. Nuestras familias iban por víveres como pollo, frijol, arroz,
carnes frías, etc. Se tratan de comprar allá por su mejor precio y frescura.
También buscamos ropa más a la moda, “de marca” y más barata era otro atractivo. Eso sin contar
a los artículos electrónicos novedosos que todo habitante fronterizo ha pasado
cuando menos una vez de cajuelazo.
Hasta el día de hoy muchas señoras y señores van y vienen
por la garita vieja para comprar “el mandado” en los mercados que quedan en la zona
vieja de Calexico. Algunos van a la oficina del desempleo y otros van al Banco
a extraer sus pagos o cambiarlos por moneda mexicana en casas de cambio. El movimiento sigue, los trabajadores del "fil" no descansan.
Pero el consumidor cachanilla cambió su destino habitual. Ahora hay que ir en carro y manejar un poco más. Ir a Walmart implica que quienes cruzan a pie no puedan llegar a menos que tomen un transporte público.
Precisamente esa cadena minorista que ha sido muy criticada en documentales y artículos periodísticos cambió también a nuestra vecina ciudad. El Peso Market que siempre estuvo bien posicionado en el gusto de la gente decidió un poco antes de la apertura de Walmart poner un nuevo local en donde antes se encontraba Kmart, llegó el gigante minorista y llevo al Peso Market al desastre. Vons y el Hoyo Tianguis acabaron de morir. Desconozco si Price Center sigue funcionando y sin duda mermó las ventas de los swap meets Las Palmas y Santo Tomás al igual que el de las tiendas de ropas de las calles primeras.
Es triste pasar y ver que ya no está Western Auto, aquel lugar que tenía las bicicletas que todo niño queríamos y en donde nuestros papás estaban bien endeudados por su sistema de ventas a crédito y donde muchos compraban venta línea blanca, televisores y videocaseteras.
Sin duda extraño esos hotdogs con chilibeans y mucha cebolla que para que me después de traerme caminando por todo Calexico de compras mi madre me compraba como concesión o ligero premio. También extraño la nieve y hamburguesas estilo casero de Fosters.
Incluso la ola de comercios de dueños de origen chino que llegaron a finales de los años de los ochenta y principios de los noventa han ido desapareciendo.
Un vestigio de los viejos emprendedores de Calexico lo vemos con la famosa tienda Sam Ellis que perdura. Supongo que ha vivido mejores tiempos pero por lo menos se mantiene al igual que unos cuantos mercados de antaño.
Lo que me pone más nostálgico es que algo similar ha vivido Mexicali desde aquellos tiempos en los que incluso se decía "voy a ir al Pueblo" para referirse al ahora Centro Histórico, que también era el centro comercial en donde abundaban los comercios locales y no grandes cadenas nacionales o tran
nacionales como hoy en día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario