viernes, 16 de octubre de 2015

Las armadoras de autos siempre nos han engañado

El escándalo de Volkswagen no se termina. Sobre todo en Estados Unidos existe una cacería de brujas contra la marca alemana. Como siempre se escucha el discurso patriotero de "defender a los consumidores americanos".

La empresa no soluciona todavía nada. Se llamará a revisión. Cambiarán la estrategia de autos diesel. Habrá cambios, pero sigue sin nombrarse culpables y sin que alguien pise la cárcel en Alemania, Estados Unidos o donde sea.

Pero  además de este engaño tan obvio, durante mucho tiempo todas las empresas automovilísticas nos han engañado en varios temas:

Durante mucho tiempo sabían que los automóviles eran trampas mortales y no hacían nada para remediarlo hasta que se puso la denuncia pública que hizo Ralph Nader a través de su libro Unsafe at Any Speed, en el que puso de manifiesto lo peligroso que era andar en estos vehículos y logró que se usaran vidrios con plástico en medio, cinturones de seguridad, mejores frenos, etc.


Desde siempre hemos pasado por el principal engaño del automóvil, el cual está a la vista de todos: La mayor parte de la energía del vehículo se usa para impulsarlo a si mismo. Mientras el peso promedio de un humano adulto no pasa de los 80 kgs y por lo regular no van más de 2, el peso del auto es en promedio una tonelada.

La publicidad automotriz nos hace sentir que para ser exitoso en la vida necesitamos tener el automóvil más grande y más caro del mercado, el cual por lo regular es mucho más contaminante que uno pequeño y adecuado a nuestro presupuesto.

Tenemos más de un siglo utilizando automóviles con la misma familia de combustibles: derivados del petróleo. Claro, la eficiencia de los vehículos ha aumentado enormemente, pero el cambio real a otro tipo de combustibles, como la electricidad o el hidrógeno no ha sido una prioridad.

Como en muchos otros productos con cientos de componentes los vehículos no son totalmente reciclables. Aún y cuando por razones económicas debido al alto valor que tiene un carro al final de su vida útil es reciclado principalmente por sus metales existen otros componentes que no son aprovechados. Por ejemplo, las llantas.

Y aún falta lo peor, en este escándalo que envuelve a la VW descubierta por una universidad de EU a encargo de la Environmental Protection Agency falta ver si las demás compañías productoras de automóviles y vehículos de carga no hay más trampitas  para evadir regulaciones ambientales y de seguridad.

Todo motivado por la formula que mueve a nuestro sistema económico y de vida: obtener las más altas ganancias al menor precio.




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