En mi primera semana de preparatoria unas muchachas de quinto semestre de la misma escuela de carro a carro nos aventaron vasitos con tierra a mi compañero Fraijo y a mi, pero en aquellos lejanos años noventa nadie las llamó Lady vasitos de tierra. De hecho, nunca contamos el incidente en la escuela por temor a la "carrilla". Porque antes tampoco existía el "bullyng".
En México los casos de prepotencia por parte de aquellos que sienten que son superiores a los demás por belleza, dinero de sus padres, raza o asociación política o delictuosa siempre han existido. Lo que no existía era el internet, las redes sociales y el uso masivo de teléfonos móviles inteligentes.
La gente común ha encontrado en ellos una manera de hacer denuncia pública de los abusos que se cometen contra ellos o quienes están alrededor. Es una pequeña venganza del desvalido frente al prepotente.
Por desgracia las autoridades no van a la par. Mientras que un vídeo con un Lord o Lady que comete una tropelía, falta o delito, se esparce de manera viral, la autoridad competente reacciona con tortuguismo. Al fin y al cabo la justicia es burocrática y tiene sus tiempos legales.
Aunque se han presentado casos en los que los Lords y Ladies han sido denunciadas simplemente por un mal comportamiento, otros han sido señalados por delitos punibles, tal es el caso de los tristemente celebres Porkys de Veracruz.
En ese caso en particular pienso que de no haber sido por el linchamiento en redes sociales y medios de comunicación el caso habría tenido mayor impunidad.
El gran hermano que nos vigila, la profecía que se nos hizo sobre el Estado poderoso que nos vigilaba a cada instante a través de medios electrónicos se ha vuelto realidad, pero también un gran número de hermanos menores tienen sus pequeños ojos por todas partes y una vez que captan algo que saben será del interés de la mayoría silenciosa lo suben a la memoria colectiva que son las redes sociales.
He leído que la inteligencia de las masas es menor que la de los individuos y creo que es cierto, muchas veces el pensamiento colectivo está manipulado por la mayoría, es decir, el que muchos piensen de una manera obliga a que pocos se adapten y adopten esas ideas por temor a disentir.
Pero en este caso la manada de borregos que podemos ser puede ser una buena herramienta contra los abusos de unos cuantos lobos, coyotes o cerdos que nos atacan.
Tal vez el linchamiento social sea un castigo excesivo para quienes cometieron una falta pequeña como mojar a escolares pasando rápido por los charcos como Lady Charcos, pero se queda corto con quienes cometen delitos como los Porkys, Lord Bentley y Lord Audi.
Hay quienes pese a ser por un motivo que debería llenarlos de vergüenza han aprovechado para disfrutar sus cinco minutos de fama, como fue el caso de Lady 100 pesos.
En lo personal prefería cuando los vídeos que veíamos en redes sociales eran de comicidad involuntaria como el del "Fuaaa", "me amarraron como puerco" y "on tan mis pinchis envases".
Espero que la justicia se adecue a los tiempos y pueda tomar medidas ante este tipo de denuncias, para que los castigos a quienes los merezcan vayan más allá de las burlas y los apodos por internet.
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