sábado, 19 de octubre de 2013

¿Quiere redondear para apoyarse a si mismo?

Hace varios años alguien tuvo una genial idea en México. Para ayudar a causas sociales o especiales bastaba con contestarle al cajero de una gran cadena comercial que si apoyabas "el redondeo". Con eso el cajero quedaba autorizado para en vez de regresarte los centavos de tu cambio a través del sistema de cajas de la cadena comercial van a parar a una cuenta de ayuda a esa pobre gente desvalida.

Está bien, hay que reconocer que después este sistema de ayuda cayó bajo sospecha de la sociedad. ¿Realmente hacen llegar el dinero a esa pobre gente desvalida? ¿Construirán realmente otro centro de ayuda o solo quieren evadir impuestos? ¿A quién estamos becando? Esto provocó que mucha gente empezara a dejar de donar sin miedo de ser señalado socialmente como tacaño o insensible.

Así que tengo una propuesta. Que tal si esas grandes cadenas comerciales te preguntan ¿Quiere redondear para abonar a su Afore? o tal vez ¿Quiere redondear para abonar a su crédito hipotecario?

Así como las tiendas de conveniencia te dan una pequeña tarjetita con un código de barras para que se realice más rápido la captura de tu tiempo aire o para tener tus datos fiscales para hacer la facturación. Podríamos tener una tarjeta con un código de barras que indique la cuenta de la hipoteca o la afore que tenemos y a la cual se va a abonar esos pequeños centavos.

Creo que la mayoría de las personas aceptarían este redondeo, en especial cuando vean sus estados de cuentas y vean esos pequeños depósitos de algunos centavos que aumentan su cuenta (en el caso de las afores) o la disminuyen (en el caso de las hipotecas).

Recuerdo cuando saqué mi casa a crédito y al hacer preguntas al empleado de la hipotecaria le dije: ¿Y que tal si en vez de 4,750 pesos al mes abono 5,000  y que los 250 de más se vayan a abono a capital? No puede hacer eso señor. Tiene que abonar a capital por lo menos una cantidad igual o superior a su abono mensual. Obviamente casi nadie puede hacer eso, tal vez algunos solo una vez al año. Así que ahí están sólo pagando intereses y abonando muy poco a capital.

En el caso de las Afores, las aportaciones voluntarias no son lo abundantes que podrían ser. En una economía necesitada de dinero por parte de sus habitantes es difícil que una persona decida abonar a una cuenta que podrá cobrar hasta el final de su vida laboral en vez de gastar su dinero ahora. Sin embargo, si puede abonar unos cuantos centavos a su futuro de vez en cuando. La idea no suena tan mala.

De hecho sistemas como este funcionan. Banco de América en Estados Unidos al abrir una cuenta te preguntan que si quieres participar en un programa en el que si realizas una compra usando tu tarjeta de débito quieres que se redondé el precio y los centavos se depositan de tu cuenta de cheques a tu cuenta de ahorros.

Esta propuesta tal vez no sea muy interesante para las grandes compañías ya que las hipotecarias no quieren que les pagues porque prefieren ganar con los intereses generados por los 20 o 30 años que pagarás la hipoteca y las instituciones financieras prefieren evitar los costes administrativos de  pequeñas transacciones de centavos, sin embargo, creo que al ciudadano común le haría bastante bien.

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