Cuando creemos que ya se llegó al límite de la estúpidez, pasa algo que nos recuerda que aún no se llega al pozo sin fondo de la idiotez humana. No, no estoy hablando de política mexicana, pero si de los mexicanos. En particular lo que está sucediendo en estos días con la llegada del huracán Beryl a México, pasando por la península de Yucatán y volviendo a tocar tierra en Tamaulipas, esperemos ya como tormenta tropical. Ante este fenómeno meteorlógico hay personas que culpan a los celos del Dios de la lluvia Chaac por la existencia de una estatua de Poseidón (Dios griego del mar).
Si, algunos paisanos yucatecos, después de un sesudo análisis. Descartando una teoría tan loca como que el cambio climático haya aumentado la intensidad de los huracanes y que éstos se dan ciclicamente cada año por las condiciones climáticas y geográficas de la zona, consideran más lógico y probable que la razón por la que ha habido muchas precipitaciones pluviales en la península de Yucatán se deban a los celos de la deildad maya por la puesta en la playa de Puerto Progreso de la estatua de Poseidón.
Esta afrenta la viene soportando Cháak desde el pasado 28 de mayo cuando se colocó en suelo maya una estatua en honor del Dios griego, sin pensar en la sensibilidad del Dios local, el cual en represalia no ha dejado de soltar el llanto que inunda a nuestros hermanos yucatecos estos últimos meses. Pero al parecer esto no tiene para cuando y comenzando la temporada de huracanes viene primero Beryl, extrañamente un huracán con nombre anglosajón mandado por un maya,
Para preveer que después de Beryl no lleguen otros igual o más dañinos, la sociedad civil se está organizando. No sólo protegiendose del agua, ni con ayudas ni despensas, que por cierto ya no habrá del FONDEN, sino matando el problema de raíz. Más que matando, tumbando al odiado Poseidón que tanto dolor le causa a Chaac.
Por redes sociales. Cosa exraña porque uno pensaríia que para ponerse en contacto y en sintonía con los ritos prehíspanicos sería mejor hacerlo con copal y sacrificios humanos, algunos descendientes de los mayas, o más bien criollos con tendencias indigenistas buscan organizarse para destruir esta amenaza y poner contento a Chaac y que se modere con su llanto sobre Yucatán.
De todo esto se ríen los tamaulipecos, en especial los tampiqueños. Porque ellos saben que esto no es más que creencias de gente pen..sante. Ellos ni sufren ni se acongojan porque bien saben que a su puerto lo cuidan los extraterrestres. Por si usted no lo sabe, frente a las costas de Tampico hay una base alienigena con la tecnología para desviar huracanes que pudieran entorpecer el tráfico aéreo de los platillos espaciales. Esos que no detectan los radares pero están continuamente despegando y aterrizando enfrente de Tampico.
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