miércoles, 25 de noviembre de 2015

Espero no gastar este Black Friday

Como cada año la llegada del "Día del Pavo" que más bien es el Thanksgiving Day" y el famoso "Black Friday", nos recuerda que la Navidad está cerca y necesitamos empezar a gastar para poder tener unas festividades como se deben: Con mucha comida, mucha bebida y muchos regalos.

Es nuestra borrachera consumista que nos hace pasar de Año Nuevo, Santos Reyes, San Valentín, Día de la Primavera, Spring Breake, Semana Santa, Pascua, Día de las Madres, Día del Padre, Día de los Abuelos, Regreso a Clases, Independencia, Halloween, Día de Muertos, Revolución Mexicana, Día de Gracias, Día de la Virgen de Guadalupe, Posadas y Navidad.

Gasto luego existo. Las tiendas se llenan de productos en ofertas que en su mayoría tienen algo en común: No son de primera necesidad. En el Black Friday ni en el Buen Fin hay ofertas de comida o cosas que realmente ocupemos: Electrónica, cosas de moda y decoración es lo que abunda.

Tampoco son lo que realmente queríamos. ¿Han notado que hay ofertas de marcas conocidas como Samsung, Sony, etc. que son hasta agotar existencias y las existencias son poquísimas y de ahí hay ofertas similares en marcas "famosas" (tal vez sean famosas en China o Singapour).

También sucede que los Iphone, Ipads, Playstations, Xbox y otros productos que son muy demandados en cualquier época del año tengan un fabuloso 5% o 10% de descuento. Mientra que las TVs y otros aparatos de los cuales ya hay nuevas versiones tengan las mayores rebajas.

Increíble me parece que hay personas que decidan ir a pasar 12 o más horas haciendo fila para comprar un producto. Si, comprar, no se lo van a regalar, lo comprarán con rebaja, pero igual tienen que pagar algo a cambio. Presiento que para ellos las cosas materiales tienen demasiada importancia. Espero que le dediquen el mismo tiempo a la familia que al artículo que buscan.


Entrar apretados y como marabunta a las tiendas departamentales de Estados Unidos, correr para buscar "las mejores ofertas", pelearse con desconocidos que tratan de arrebatarse unos a otros los últimos artículos en especial no es para mi. No tengo mucho presupuesto, pero siento que además del estrés, la pérdida de tiempo, los corajes y el gasto, hay mucho de denigrante verse obligado a comprar de esa manera.

Las empresas y el gobierno esperan con ansia el Black Friday. Los resultados obtenidos ese día dan una buena muestra de como estarán las compras navideñas, como está la confianza del consumidor, como se comportarán las existencias y que le espera a la economía.

De hecho para Estados Unidos un acto de patriotismo que cada niño, adulto, anciano o minoría puede dar es gastar. La economía norteamericana no está basada en el ahorro, está basada en el consumo.

Pero es triste imaginar que mucha gente que irá a comprar artículos en el Black Friday sufrirá estrés, frustración, hará corajes, sentirá depresión por gastar hasta lo que no tiene y lo peor: sufrirá un vacío emocional al ver que esa televisión con rebaja no hace la felicidad.



No hay comentarios:

Publicar un comentario