viernes, 14 de agosto de 2015

América es quien más necesita al Guadalajara

¿Qué sería del Real Madrid sin el Barcelona? ¿Quién sería del Guasón sin Batman? ¿Lex Lutor sin Superman  estaría diseñando Iphones?

Megamente lo sabía. También lo sabía Samuel L. Jackson en Unbreakable cuando alienta a Bruce Willis a ser super héroe solo para darle sentido a su existencia como supervillano. La dualidad está unida en nuestra cultura desde el inicio de los tiempos. El Ying Yang y las enseñanzas de Zaratustra.

Para que apreciemos la belleza tiene que existir la fealdad. Para apreciar una comida sabrosa tuvimos que haber probado algo desagradable. Para apreciar el "juego bonito" tuvimos que habernos aburrido con muchos partidos del catenaccio.

¿Cómo apreciar a Messi sin defensas como Pepe? En donde todo el arte del argentino y la habilidad se enfrentan a la rusticidad y muchas veces mala intención del lusitano.

En el "clásico nacional" los papeles están dados. El América escogió ser el villano. "Odiame más" es su lema. Con eso ya no da mucho margen para ser héroe. Su mayor ídolo, Cuauhtémoc Blanco, independientemente de su calidad futbolistica siempre se portó como un villano: Insultando a otros jugadores y árbitros, iniciando riñas en el campo y fuera de él, haciendo señas obscenas o simulando orinar como perrito porterías rivales.

La mexicanidad chiva contra un América plagado de extranjeros unos rendidores y otros engordando la cartera.

Cruz Azul tiene demasiadas desgracias para ser el odiado rival del América. Pumas tiene un público mayoritariamente ubicado en el DF o identificado con el público joven o que se siente joven. Entonces para ser un mejor villano la rivalidad tiene que ser con un equipo que llegue más a las masas: Las Chivas Rayadas del Guadalajara.

¿A quién es mejor restregarle esas 12 estrellas si no al que tiene 11? Presumirselas al Atlas no tendría caso, los rojinegros no viven viendo las estrellas, viven soñando con el juego bonito. Los clásicos nuevos y jóvenes tienen un sabor a torneo de los barrios, difícilmente trascienden la Ciudad de México. El clásico televisivo es muy importante para las televisoras, pero no para el público en general.

Aunque los partidos entre Guadalajara y América se han hecho cada vez más temerosos y hay más empates que emociones cuando se dan juegos en los que se humilla al odiado rival es una gran alegría para los partidarios del vencedor y un problema de telecomunicaciones para el perdedor. Se les cae el internet y hasta el teléfono se descompone.

América perdería sin el Guadalajara, al menos en los primeros torneos. Hay que recordar ese secreto dolor que guardaron los porteños del Boca Juniors cuando las odiadas gallinas descendieron. Las victorias no sabían igual. Ahora que volvió River Plate y se coronó en la Copa Libertadores los de Boca incluido Maradonna estuvieron secretamente al pendiente y si se les pregunta dirán que ellos tienen muchas más copas libertadores, pero de que duele esa, duele.




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