miércoles, 16 de noviembre de 2016

En México la inseguridad está afectando a los ladrones

La inseguridad es tan grande en México que ya ni los rateros están a salvo. Por más esfuerzos que hacen las autoridades para cuidarlos estos están viviendo una oleada de inseguridad que recorre todo el país.
Aún y cuando el nuevo sistema de justicia penal los favorece, según dicen, y los organismos de derechos humanos tratan defenderlos de abusos de la autoridad y de atropellos de las víctimas enojadas, la realidad es que cada vez se la ven más difícil en el ejercicio de su profesión.
Por todo el país están ocurriendo casos en los que turbas de chusma enojada o neuróticos y solitarios vengadores anónimos atacan cruelmente a los ladrones.
Aunque los derechos humanos son para los humanos y no para las ratas, dijo en elecciones pasadas el ex gobernador del Estado de México Arturo Montiel, estos ataques han dejado a criminales golpeados, muertos, mutilados, golpeados o cuando menos humillados.

No hay derecho, así ya nadie puede ejercer su profesión sin temor en este país.
Uno de los casos que más me impactó fue el ocurrido en Jalisco, en donde varios presuntos ladrones fueron mutilados de ambas manos y dejados con un cartel que decía que era por ejercer esa profesión. Rápidamente las autoridades determinaron que en realidad no eran justicieros, sino ajustes de cuentas entre narcos. Quien sabe, me parece que si hubiese sido obra de algún justiciero anónimo, éste tiene severos trastornos mentales que lo llevan a altos niveles de sadismo.
Otro famoso fue el justiciero del autobús en el Estado de México, quien mató a tres asaltantes, regresó los bienes robados a los viajeros y pidió que le "hicieran el paro" y no lo denunciaran ante las autoridades. Lo impactante es que la prioridad de las autoridades mexiqueneses por esos días fuera capturarlo y no mantener seguras las carreteras.
En Baja California un ciudadano harto de robos balaceó en las ingles a un reconocido y reincidente ratero de su colonia. Esto causó mucha molestia entre los vecinos, ya que se lamentaban de que no le dio un tiro en la cabeza que terminara con sus tropelías.
Los delitos como los asaltos a individuos, pequeños comercios, robo a casa habitación, etc, se amontonan en los escritorios de las autoridades, las cuales no les dan prioridad y son los que más hacen aumentar entre los ciudadanos la percepción de inseguridad en el país.
Según recuerdo Jean Jaques Rousseau en su obra "El Contrato Social" filosofa y determina que el deber primario y motivo del nacimiento de las clases gobernantes fue la necesidad de que alguien nos defendiera de amenazas tanto internas como externas.
Esa amenaza se refiere a nuestras vidas y nuestras posesiones. así que se falla en lo fundamental.
Siento que cada vez que hace eso la sociedad se está defendiendo, pero cada vez nos deshumanizamos más, que cada vez nos alejamos del sueño de una sociedad madura e inteligente que en vez de destruir al planeta lo salvaría.


1 comentario:

  1. Peerme abnegado del coito con saturarme voyeurista por la eminente silueta de los exorbitantes pantalones dorsales de las secuaces de mi transversal masturbacion indumentaria de mi investidura a mi machaque declinado a un harapo por convulsionarme orgasmo de hostigarme por un prominente bate extasiante de convalecerme fidedigno por conservarme casto de recatarme lascivo para humillarme mancillante de mi insulsa impertinencia agobiante de enajenarme vehemente. El violador sexual es un frustrado coital de las petulantes y el pedofílico es un objeto sexual de las niñas concupiscentes de los adultos. Me porfiaron masoquista.
    Mis calumniadores surrealistas de los vórtices virtuales que me exploran esotéricamente desde el año de 1,992 bajo las calumnias de prevaricador y de violador sexual masoquista por un linchamiento sexual popular frustrado por los tales como fraude sexual me improvisaron esotéricamente para difamarme de premeditado como tambien de impostor únicamente para perplejarme con la gente. Mis calumniadores contiguos a mi casa son cómplices de mis corresponsales polares de tales vórtices virtuales que me exploran esotéricamente desde el año de 1,992 para calumniarme consecuentemente de violador sexual masoquista pero con el perjurio de calumniarme de victimario a través de improvisarme esotéricamente como secuencia agravante de la responsabilidad que evolucionó en la calumnia inverosímil de victimario por la premeditacion de la gente y de mis calumniadores.

    Atentamente:
    Jorge Vinicio Santos Gonzalez,
    Documento de identificacion personal:
    1999-01058-0101 Guatemala,
    Cédula de Vecindad:
    ORDEN: A-1, REGISTRO: 825,466,
    Ciudadano de Guatemala de la América Central.

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