Ya empezaron los comentarios tercermundistas, motivadores de odio sin sentido y si neuronas de "Odiame más", "ganó papá", "arriba el América" y ante eso no tengo más que un sólo comentario: "Que chingue a su madre el América".
Espero que todos mis amigos y familiares que le van al América no lo tomen como insulto personal, porque a la mayoría de ellos los quiero igual que a los demás que le van a cualquier otro equipo. Es más, creo que los quiero más porque les tengo cierta compasión por esa deficiencia futbolera que tienen.
Los americanistas en este momento están jodiendo, pero todos sabemos que están jodidos.
Y es porque cualquiera que viva en este país y entre más haya vivido sabe que apoyar al América está en el mismo nivel que hablarle y regañar a las protagonistas de las novelas, a creerle a López Dóriga, De mola y al antiguo Zabludovski. Es votar por el PRI y estar feliz por las despensas.
Irle al América es amar el poder ajeno. Estar jodido y apoyar al poderoso que nunca voltea hacia abajo. Irle al América es querer no sufrir deportivamente. Irle a un equipo que a base de dinero y sobre todo gracias a la empresa propagandística más grande de Latinoamérica nos hace creer que tiene grandeza deportiva.
Como priista de los años sesenta los americanistas festejan sus títulos sin recordar que en muchos de ellos ha habido dudas en el arbitraje o en el desempeño del equipo rival. Claro, en algunos otros no hubo duda, sino certeza, penalties a favor, expulsiones rigoristas, decisiones polémicas son el pan de cada día con ese equipo.
Pero dejemos eso de lado. No encuentro grandeza en un equipo que desde mi niñez todos los domingos teníamos que verlo, quisieramos o no, en el único canal televisivo que se veía en todo México sus partidos. Los comentaristas narraban y lo siguen haciendo, como si el América fuera la selección, de manera histérica apoyando y hablando de él como si el equipo rival fuera personaje secundario. Comentarios como: "El América tiene que jugar mejor", "Que tiene que hacer el América para vencer en este partido", "Veamos si el América tiene reacción", son frases que de inicio son tendenciosas y buscan que el pueblo los apoye.
Un equipo sin escuela. Cada diez años dan un jugador salido de sus fuerzas básicas, el último digno de mención futbolística fue el Jorobado de Tepito.
Todos sus ídolos son robados. Peralta de Santos, Sambueza creo que de Tecos, etc.
Pero aunque no los odio, creo que más que el equipo en si, lo que más me molesta son los americanistas. El equipo ahora lo elimino fácilmente. Gracias al internet y a la gran cantidad de opciones de entretenimiento que hay ahora disponible casi no veo programas de Televisa, pero los americanistas están por todos lados: En la escuela, en el trabajo, en familia, en las redes sosciales y según se dice: en los bares gay.
Les han lavado el cerebro o han nacido sin él y cuando su equipo pierde callan, pero cuando ganan salen a pregonar la frase más patética del mundo deportivo: Odiame más y cuando se les cuestiona con argumentos cual avestruces meten su cabeza en la tierra con un "América y ya".
Debo admitir que cada vez me gustan menos los deportes profesionales. Cada vez me parecen más reality show que batalla deportiva. Sus estrellas cada vez son más divas y menos gladiadores de su disciplina deportiva. Que cada temporada se hagan equipos deportivos en base a comprar jugadores en vez de hacerlos me aleja cada vez más de los colores de los equipos de todas las disciplinas.
Es por eso que el América es para mi el equipo más patético: Consentido por la federación y por su empresa Televisa, basado en la ignorancia deportiva y el lavado de cerebro y armado con la cartera jamás me merecerá respeto.
Es por eso que prefiero a los aficionados del Cruz Azul que abnegadamente han soportado la burla de los demás, sabiendo que aunque el título se les niega han logrado llegar a muchas finales en los últimos años.
Prefiro a los aficionados del Atlas, que al ver que los Cachorros de Chicago son campeones les da esperanza y amor por su equipo por otros cincuenta años más.
Prefiero a los aficionados del Necaxa, que aunque son menos que los jugadores de su equipo se mantienen fieles pese a los cambios de ciudad y de liga.
El América jamás. Lo único que nunca le perdonaré a Chespirito es haber sido aficionado de ese equipo.
domingo, 27 de noviembre de 2016
miércoles, 16 de noviembre de 2016
En México la inseguridad está afectando a los ladrones
La inseguridad es tan grande en México que ya ni los rateros están a salvo. Por más esfuerzos que hacen las autoridades para cuidarlos estos están viviendo una oleada de inseguridad que recorre todo el país.
Aún y cuando el nuevo sistema de justicia penal los favorece, según dicen, y los organismos de derechos humanos tratan defenderlos de abusos de la autoridad y de atropellos de las víctimas enojadas, la realidad es que cada vez se la ven más difícil en el ejercicio de su profesión.
Por todo el país están ocurriendo casos en los que turbas de chusma enojada o neuróticos y solitarios vengadores anónimos atacan cruelmente a los ladrones.
Aunque los derechos humanos son para los humanos y no para las ratas, dijo en elecciones pasadas el ex gobernador del Estado de México Arturo Montiel, estos ataques han dejado a criminales golpeados, muertos, mutilados, golpeados o cuando menos humillados.
No hay derecho, así ya nadie puede ejercer su profesión sin temor en este país.
Uno de los casos que más me impactó fue el ocurrido en Jalisco, en donde varios presuntos ladrones fueron mutilados de ambas manos y dejados con un cartel que decía que era por ejercer esa profesión. Rápidamente las autoridades determinaron que en realidad no eran justicieros, sino ajustes de cuentas entre narcos. Quien sabe, me parece que si hubiese sido obra de algún justiciero anónimo, éste tiene severos trastornos mentales que lo llevan a altos niveles de sadismo.
Otro famoso fue el justiciero del autobús en el Estado de México, quien mató a tres asaltantes, regresó los bienes robados a los viajeros y pidió que le "hicieran el paro" y no lo denunciaran ante las autoridades. Lo impactante es que la prioridad de las autoridades mexiqueneses por esos días fuera capturarlo y no mantener seguras las carreteras.
En Baja California un ciudadano harto de robos balaceó en las ingles a un reconocido y reincidente ratero de su colonia. Esto causó mucha molestia entre los vecinos, ya que se lamentaban de que no le dio un tiro en la cabeza que terminara con sus tropelías.
Los delitos como los asaltos a individuos, pequeños comercios, robo a casa habitación, etc, se amontonan en los escritorios de las autoridades, las cuales no les dan prioridad y son los que más hacen aumentar entre los ciudadanos la percepción de inseguridad en el país.
Según recuerdo Jean Jaques Rousseau en su obra "El Contrato Social" filosofa y determina que el deber primario y motivo del nacimiento de las clases gobernantes fue la necesidad de que alguien nos defendiera de amenazas tanto internas como externas.
Esa amenaza se refiere a nuestras vidas y nuestras posesiones. así que se falla en lo fundamental.
Siento que cada vez que hace eso la sociedad se está defendiendo, pero cada vez nos deshumanizamos más, que cada vez nos alejamos del sueño de una sociedad madura e inteligente que en vez de destruir al planeta lo salvaría.
Aún y cuando el nuevo sistema de justicia penal los favorece, según dicen, y los organismos de derechos humanos tratan defenderlos de abusos de la autoridad y de atropellos de las víctimas enojadas, la realidad es que cada vez se la ven más difícil en el ejercicio de su profesión.
Por todo el país están ocurriendo casos en los que turbas de chusma enojada o neuróticos y solitarios vengadores anónimos atacan cruelmente a los ladrones.
Aunque los derechos humanos son para los humanos y no para las ratas, dijo en elecciones pasadas el ex gobernador del Estado de México Arturo Montiel, estos ataques han dejado a criminales golpeados, muertos, mutilados, golpeados o cuando menos humillados.
No hay derecho, así ya nadie puede ejercer su profesión sin temor en este país.
Uno de los casos que más me impactó fue el ocurrido en Jalisco, en donde varios presuntos ladrones fueron mutilados de ambas manos y dejados con un cartel que decía que era por ejercer esa profesión. Rápidamente las autoridades determinaron que en realidad no eran justicieros, sino ajustes de cuentas entre narcos. Quien sabe, me parece que si hubiese sido obra de algún justiciero anónimo, éste tiene severos trastornos mentales que lo llevan a altos niveles de sadismo.
Otro famoso fue el justiciero del autobús en el Estado de México, quien mató a tres asaltantes, regresó los bienes robados a los viajeros y pidió que le "hicieran el paro" y no lo denunciaran ante las autoridades. Lo impactante es que la prioridad de las autoridades mexiqueneses por esos días fuera capturarlo y no mantener seguras las carreteras.
En Baja California un ciudadano harto de robos balaceó en las ingles a un reconocido y reincidente ratero de su colonia. Esto causó mucha molestia entre los vecinos, ya que se lamentaban de que no le dio un tiro en la cabeza que terminara con sus tropelías.
Los delitos como los asaltos a individuos, pequeños comercios, robo a casa habitación, etc, se amontonan en los escritorios de las autoridades, las cuales no les dan prioridad y son los que más hacen aumentar entre los ciudadanos la percepción de inseguridad en el país.
Según recuerdo Jean Jaques Rousseau en su obra "El Contrato Social" filosofa y determina que el deber primario y motivo del nacimiento de las clases gobernantes fue la necesidad de que alguien nos defendiera de amenazas tanto internas como externas.
Esa amenaza se refiere a nuestras vidas y nuestras posesiones. así que se falla en lo fundamental.
Siento que cada vez que hace eso la sociedad se está defendiendo, pero cada vez nos deshumanizamos más, que cada vez nos alejamos del sueño de una sociedad madura e inteligente que en vez de destruir al planeta lo salvaría.
lunes, 14 de noviembre de 2016
Algo más peligroso que un pendejo con iniciativa: 60 millones con iniciativa.
Alguna vez durante mi carrera un economista me dijo que había una ley económica infalible: "No hay nada más peligroso que un pendejo con iniciativa". Al principio me dio mucha risa, me pareció una buena puntada, un comentario jocoso, pero después, recordé la frase, empecé a razonarla y me di cuenta que aunque realmente no es ninguna ley económica es una gran verdad.
Una persona con las ideas equivocadas, pero mucha iniciativa puede ocasionar un gran daño para él, para quienes lo rodean o incluso para un país entero. Un claro ejemplo es el presidente venezolano Nicolás Maduro, quien parece que todas las medidas que toma van encaminadas a destruir a Venezuela.
Pero en fechas recientes hemos visto como hay algo más peligroso que el Pendejo con Iniciativa: Un gran grupo de personas con ideas equivocadas, pero que tienen la iniciativa de salir a la calle y luchar por sus ideales.
El Brexit y la elección de Donald Trump es un ejemplo. En estas elecciones, las cuales fueron tan surreales que los expertos pensaban que no era posible que el Reino Unido saliera de la Unión Europea y que Donald Trump vimos que una multitud de gente equivocada, pero que pasa de los pensamientos y palabras a los hechos pueden cambiar el mundo.
En ambos casos los "intelectuales", los expertos, los conocedores, la gente pensante, la que discutió en los cafés sobre los males que podría ocasionar una votación para salir de la Unión Europea o que sabían que las ideas de Donald Trump aparte de descabelladas son xenofóbicas, irreales, misógenas y ridículas fueron nulificados en las urnas por aquellos que se dejaron seducir por ideas populistas o simplemente se dejaron endulzar el oído por discursos que decían lo que querían oír.
También se dice que el hombre es un animal que como individuo es mucho más inteligente que en manada. Hay que subrayar que dije "manada" y no grupo. Un grupo de personas que analizan un problema y tratan de resolverlo puede que sean más inteligentes que el individuo, pero cuando los humanos tenemos comportamiento de manada la inteligencia se reduce, eso se observa al entrar en pánico las personas en algún aglomeramiento.
También creo que los hombres que razonan por lo regular no son hombres de acción. Prefieren el trabajo mental y la divagación de sus ideas pero no pasan a los hechos tan fácil como aquellos cuyo cerebro no da para tanto. Estos últimos si que rápidamente pasan de la acción a los hechos, lo prefieren a pensar.
Pensar puede resultar agotador y hasta doloroso, mientras que actuar sin cuestionarse es fácil. Esa es una de las muchas razones por las cuales las personas prefieren hacer trabajos repetitivos que innovar.
la solución es que además de dar educación a las personas fomentemos el pensar. Tanto como una ciencia, un arte y como entretenimiento.
Pensar, cuestionar, tener ideas, comprobar que nuestras ideas son correctas, aprender de nuestros errores tiene que ser la norma y no la excepción en nuestra sociedad.
Una persona con las ideas equivocadas, pero mucha iniciativa puede ocasionar un gran daño para él, para quienes lo rodean o incluso para un país entero. Un claro ejemplo es el presidente venezolano Nicolás Maduro, quien parece que todas las medidas que toma van encaminadas a destruir a Venezuela.
Pero en fechas recientes hemos visto como hay algo más peligroso que el Pendejo con Iniciativa: Un gran grupo de personas con ideas equivocadas, pero que tienen la iniciativa de salir a la calle y luchar por sus ideales.
El Brexit y la elección de Donald Trump es un ejemplo. En estas elecciones, las cuales fueron tan surreales que los expertos pensaban que no era posible que el Reino Unido saliera de la Unión Europea y que Donald Trump vimos que una multitud de gente equivocada, pero que pasa de los pensamientos y palabras a los hechos pueden cambiar el mundo.
En ambos casos los "intelectuales", los expertos, los conocedores, la gente pensante, la que discutió en los cafés sobre los males que podría ocasionar una votación para salir de la Unión Europea o que sabían que las ideas de Donald Trump aparte de descabelladas son xenofóbicas, irreales, misógenas y ridículas fueron nulificados en las urnas por aquellos que se dejaron seducir por ideas populistas o simplemente se dejaron endulzar el oído por discursos que decían lo que querían oír.
También se dice que el hombre es un animal que como individuo es mucho más inteligente que en manada. Hay que subrayar que dije "manada" y no grupo. Un grupo de personas que analizan un problema y tratan de resolverlo puede que sean más inteligentes que el individuo, pero cuando los humanos tenemos comportamiento de manada la inteligencia se reduce, eso se observa al entrar en pánico las personas en algún aglomeramiento.
También creo que los hombres que razonan por lo regular no son hombres de acción. Prefieren el trabajo mental y la divagación de sus ideas pero no pasan a los hechos tan fácil como aquellos cuyo cerebro no da para tanto. Estos últimos si que rápidamente pasan de la acción a los hechos, lo prefieren a pensar.
Pensar puede resultar agotador y hasta doloroso, mientras que actuar sin cuestionarse es fácil. Esa es una de las muchas razones por las cuales las personas prefieren hacer trabajos repetitivos que innovar.
la solución es que además de dar educación a las personas fomentemos el pensar. Tanto como una ciencia, un arte y como entretenimiento.
Pensar, cuestionar, tener ideas, comprobar que nuestras ideas son correctas, aprender de nuestros errores tiene que ser la norma y no la excepción en nuestra sociedad.
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